Que podemos rescatar de la desgracia del destino: por supuesto la inocencia de nuestra niñez, cuando nuestras necesidades estaban cubiertas por nuestros padres, sin mas nos proveían de comida saludable, abrigo oportuno, educación publica, y el resto dependía de nuestras responsabilidades, y obviamente jugar con nuestros primos o vecinos, y hoy veo con gran atención a algunos niños, como nosotros en nuestro tiempo, no había iPhone, iPad o un ps vita, la imaginación estaba a flor de piel, y por fortuna todavía para algunos niños, la magia los sigue envolviendo.
Robyn
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