Dejar unos días la ciudad, saturada de bellas luces,sus infinitos volcanes, sus cerros reverdecidos, las calles con sus silencios, complice de actos irreverente, las avenidas llenas de seres queriendo llegar a un lugar escondido de la jungla de asfalto, su clima tan cambiante en todo el día, las mañanas frías, las tardes con un sol implacable con ese cielo aborregado prediciendo gotas de lluvia que nos sorprenden antes del anochecer, y esas noches frescas después del tórrido aguacero.
Robyn
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