Al filo de la cordillera, he de extender mis alas, para que el viento reconozca mis plumas, que por un tiempo se olvido de mi, pero mi aleteo reconocerá el vuelo esperado, -por estar rotas-, un ser me conforto entre sus brazos, me curo las heridas, me dio su mas preciado tesoro, - me dedico su tiempo-, y volví a creer en la humanidad.
Robyn